TONI MONTESINOS
Kafka se ha convertido en un fetiche cultural, en un reclamo turístico para los visitantes de la República Checa, en el máximo exponente del escritor visionario. Pero no basta con el personaje, sino que se hace necesario reivindicar a Kafka como el culmen de una escritura precisa y magnética, como el autor de una obra y una vida esencialmente literarias. De ello se hace eco este libro, con el trasfondo de la Praga de su tiempo y el antisemitismo como código cultural, o con las relaciones amorosas que entabló el narrador con varias mujeres, una de las cuales definió su pasión artística como «algo sagrado, absoluto, intangible, puro y grande». Toni Montesinos explora los límites de semejante entrega por parte de aquel que ha sido considerado el escritor por antonomasia del siglo XX, lo cual se extiende a un XXI, más si cabe, absolutamente kafkiano.