miércoles, 31 de octubre de 2018

GANADOR DEL I CONCURSO DE POESÍA "PLUMA SANTA TERESA DE JESÚS" (España)

I Concurso Nacional de Poesía “Pluma Santa Teresa”


303 trabajos se presentaron en el Ayuntamiento de Alba de Tormes con motivo de la celebración del I Concurso Nacional de Poesía “PLUMA SANTA TERESA”, certamen recuperado después de más de 30 años sin celebrarse, dirigido a rendir un homenaje a la poesía, enfocado a la figura de Santa Teresa de Jesús y Alba de Tormes y que ha tenido lugar entre los meses de mayo y septiembre enmarcado dentro del Año Jubilar Teresiano.
Las personas que se presentaron procedían de varias ciudades y pueblos de España, así como de otros países como Cuba, Venezuela, Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Uruguay, México, EE.UU. o Israel.
Evaluados por un jurado compuesto de profesionales de la materia que a continuación detallamos:
- Jesús M.ª García (coordinador de la Biblioteca de Temas Albenses)
- Ángeles Pérez (profesora de hispánicas en la Universidad de Salamanca)
- Raúl Vacas (escritor salmantino)
- Fran Montero (escritor madrileño)
Fallaron que el premio recayera en el Sr. D. Manuel Laespada Vizcaino (de Albacete), que recibió por parte del Ayuntamiento de Alba de Tormes, un diploma acreditativo como ganador y el premio cuya cuantía ascendía a 1.200 euros y una pluma de plata.
Jurado compuesto por Fran Montero, Jesús M.Garcia, Ángeles Pérez junto con Irma Soriano, D. Manuel Laespada Vizcaino, Jesús Blázquez y Sonia Sánchez.


 
TRÍPTICO PARA UNA PALOMA


DIGO TERESA

Digo Teresa y digo desafío,
y coraje, mujer, senda, Morada,
éxtasis celestial, encrucijada,
amor hasta rozar el desvarío.

Digo Teresa igual que digo río
o dulce mariposa descalzada,
mística voluntad, flor desposada,
arco iris brotando del estío.

Porque el decir Teresa digo Santa,
y Alba de Tormes -el amor me alcanza-
y caminante digo, y senda, y vida

Porque al decir tu nombre mi garganta
se llena de dulzor, y la esperanza
si te nombro es hogaza compartida.

 

TERESA NIÑA


Era niña Teresa y sus mañanas
atusando quimeras consumía,
jugaba a ser suspiro y verdecía
la metálica voz de las campanas.

Su vida era un albor de uvas tempranas
y la niña Teresa todavía
soñaba que es posible la utopía
si el amor viborea en las arcanas

oquedades del alma, se hace brisa
y al alféizar del corazón se asoma
transformado el latido en primavera.

Era niña Teresa y su sonrisa
encandilaba a Dios -blanca paloma-.
N o podía ser ya de otra manera.


ÉXTASIS EN ALBA DE TORMES


Ya se apagaba el sol en su mejilla,
ya la muerte lloraba su derrota,
era ya un ángel con el ala rota,
madreselva trepando a la rodilla

de un Dios que la aguardaba en la otra orilla
sabiendo que Teresa era la gota
de la fe rebosada. Un nota
de sones celestiales. Su semilla

entre el barro brotó como alfaguara,
y donde sombras solo, trenzó albores,
abrazose al Amado en su agonía.

¡Ya se entregó al amor quien tanto amara!. ..
¡Ya el fruto recogió de sus amores!...
( . .. Y Dios a "su paloma", sonreía).




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