jueves, 5 de diciembre de 2019

GANADOR DEL XXX CERTAMEN DE POESÍA "ERNESTINA DE CHAMPOURCIN" DEL XXXI PREMIO DE ENSAYO "BECERRO DE BENGOA" Y DEL XLVIII CONCURSO DE CUENTOS "PREMIO IGNACIO ALDECOA" (España)

Cultura resuelve los Premios Literarios 2019 de la DFA en una edición con 1400 participantes



Antonio Tocornal y Maite Arruti han conquistado el Ignacio Aldecoa de castellano y euskera, Juan Carlos Castelló y Oskar Gaztelu el Becerro Bengoa, y Jesús Aguilar e Iñaki Odriozola el Ernestina de Champourcín.

Una gala entregará los premios el primer trimestre de 2020.

El Departamento de Cultura y Deporte de la Diputación Foral de Álava ha resuelto los Premios Literarios 2019. Las obras de Antonio Tocornal Blanco y Maite Arruti Arakistain han conquistado los premios castellano y euskera respectivamente de la XLVIII edición del certamen de cuentos Ignacio Aldecoa, Juan Carlos Castelló Meliá y Oskar Gaztelu Bilbao, han sido los premiados de la XXXI edición de ensayo Becerro Bengoa, y Jesús Aguilar Marina e Iñaki Odriozola Susaeta, los premios de la XXX edición del certamen de poesía Ernestina de Champourcín.
Este año, se celebrará una gala de entrega de premios durante el primer trimestre de 2020 para otorgarle mayor visibilidad, en una edición a la que se han presentado más del doble de obras que el año anterior, (de 627 a 1.401) debido a que las bases han permitido registrar las mismas por internet por vez primera.
En cuanto al certamen de cuentos Ignacio Aldecoa que este año cumple su XLVIII edición, en castellano han competido 960 trabajos, 473 más que en 2018. Entre todos ellos, la victoria ha sido para Antonio Tocornal Blanco, natural de San Fernando (Cádiz) por la obra “En el paréntesis del mundo”. “Como si de una fantasía se tratase, un hombre, recién separado, se traslada a un nuevo apartamento, pequeño y funcional. Poco a poco se da cuenta de que el apartamento en sí se va ensanchando, adquiriendo unas dimensiones difíciles de medir. Todo ello contado en un estilo sobrio, pero eficaz, con un lenguaje no exento de poesía y utilizando imágenes precisas” destaca su sinopsis.
En lo que a cuentos en euskera se refiere, el premio ha sido para Maite Arruti Arakistain, natural de Zarautz, por la obra “Ezin bizitzari ihes egin”. ““Un hombre joven se encuentra en una situación crítica, a punto de dejar este mundo. La perspectiva del cuento es la del joven. Está en una habitación y ve pasar delante de sus ojos un pequeño y comedido mundo. Sabemos que ha tenido un accidente de coche mientras se dirigía a los carnavales de Tolosa. Es ese momento entre la vida y la muerte lo que nos narra, con una gran elegancia y valiéndose de un lenguaje rico y bien provisto de imágenes”. En este caso se han presentado 27, una más que en 2018.
Por supuesto, también se han elegido los premiados de la XXXI edición de ensayo Becerro de Bengoa, al que se han presentado 67 trabajos en castellano, (47 más que en 2018), y 3 en euskera (por 5 en 2018).
En el apartado en castellano, “En torno a la resistencia” de Juan Carlos Castelló Meliá, de Vall d’Uixó, Castellón, ha sido el galardonado. “El ensayo versa sobre la justicia de la memoria. Un ensayo que trata de perfilar unas coordenadas dirigidas a una educación para la ciudadanía crítica, una ciudadanía que, irremisiblemente, abrevará en la tradición democrática”.
En euskera, por su lado, el reconocimiento ha sido para Oskar Gaztelu Bilbao, de Larrabetzu, por su obra “Nire bizitza ni barik”. ““El objetivo de este trabajo es tratar de comprender las inquietudes, el enojo y la culpa que los seres humanos llevamos en nuestro interior. Y el eje central de ese objetivo es conocerse a sí mismo”.
Por último, en lo que a la XXX edición de los premios de poesía Ernestina de Champourcín se refiere, se han presentado 336 trabajos por los 77 de 2018. El ganador en castellano ha sido Jesús Aguilar Marina, natural de Madrid, por su obra “La lluvia y la ceniza”. “Los poemas de La lluvia y la ceniza nos hablan de un mundo de desolación y orfandad (…pesa el cielo como la soledad/ que en una tumba aguarda/…, nos dice el poeta), un mundo de niebla, casi entresoñado, a través del cual transita solitario el hombre, sin esperanza, sin respuestas, olvidado de los dioses. En lo formal, destacan la poderosa imaginería (con ecos góticos y románticos), y el culturalismo leve, matizado, que recuerda para bien a algunos de sus más ilustres cultivadores en la poesía española de los años sesenta y setenta (cierto Brines, Colinas, Carnero)”.
Y en euskera, se han presentado 8 trabajos (12 en 2018), y el ganador ha sido Iñaki Odriozola Susaeta de Elgoibar por su obra “Teilatupetik”. “El poemario Teilatupetik ofrece una visión nítida. Se trata de sutiles imágenes de una ciudad inmersa en su rutina diaria. Partiendo de objetos y situaciones cotidianas, el autor nos ofrece una visión personal y realista, alejada de la periferia”.



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