jueves, 27 de septiembre de 2018

GANADOR DEL XXX PREMIO LITERARIO TAURINO "DOCTOR ZUMEL" (España)

Premio Literario Taurino “Doctor Zúmel”




Para aquellos aficionados que desconozcan quién era el Dr. Mariano Fernández Zúmel (como es mi caso) les diré que era una eminencia que fundó la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina y presidió la Federación Internacional Taurina.
Este premio se instauró en 1989. Este año 2018 (en su XXX edición) han sido galardonados con este importante premio el Dr. en Biología Fernando Gil Cabrera y el insigne veterinario Julio Fernández Sanz.
La conferencia conjunta por la que fueron reconocidos con tan alta distinción versaba sobre la situación actual de la FIESTA DE TOROS en este siglo XXI y las 31 medidas para poder adaptar la TAUROMAQUIA a la actualidad con perspectivas de futuro. Sería muy interesante que todo aquel que de una u otra forma tenga relación con la tauromaquia (incluidos los aficionados) buceen en internet en esa conferencia y verán la perspectiva de la realidad actual vista por unos ilustres profesionales que conocen a la perfección la TAUROMAQUIA desde sus orígenes y la poca o nula evolución que ha tenido hasta este siglo.
Se hace imprescindible aplicar el tratamiento que tanto Julio Fernández como Fernando Gil aconsejan para que esta más que centenaria Cultura se adapte a los nuevos tiempos. Sería muy poco original, si yo dijera que la Tauromaquia –por intereses– quedó anclada en el pasado. Tratar de ignorar cómo evoluciona todo cuanto nos rodea nos hace estar al margen del resto de los mortales y convertirnos en una especie de “trogloditas” sedentarios, que no son capaces de aceptar sus errores y que navegan contra corriente creyéndose los únicos salvadores de la tradición y Cultura Taurina. ¡¡CRASO ERROR!!
La situación actual de la Tauromaquia es comparable al escapismo del avestruz, que cree que metiendo la cabeza bajo tierra nadie lo puede descubrir. No sería justo si no hiciera mención a un empresario al que yo he reprobado en alguna ocasión, Simón Casas, que empieza a tomar medidas (a veces criticadas por ciertos profesionales) procurando la igualdad en los ganaderos y toreros –sin ventajas–. Este empresario empieza a tomar el pulso a la Tauromaquia. ¡¡Algo es algo!!                 
Los cambios, las nuevas tecnologías, las redes sociales etc., afectan directamente en nuestras vidas que nos obligan a evolucionar y adaptarnos a los tiempos, a excepción de la TAUROMAQUIA. No estaría nada mal que los profesionales que hacen sus negocios alrededor del TORO dieran voz a la afición y a la comunidad científica. Ambos ven venir el futuro de la Tauromaquia. Unos porque conocen perfectamente cómo se manipula el toro genéticamente para hacerlo cómodo restándole lo más preciado del animal, ¡¡la fiereza!!, que es lo que transmite a los tendidos; y los otros porque estudian, sanean y controlan al toro desde su nacimiento y su evolución hasta su reconocimiento y posterior salida a los ruedos. Ambos tienen mucho que decir del futuro de esta rama de la Cultura. Hay otro mal endémico en la Fiesta de Toros y es la falta de atención a los toreros emergentes, desde becerristas hasta novilleros con caballos. Estas se pueden contar con los dedos de las manos a nivel nacional. Esto no sucede en ninguna actividad pública con capacidad de convocar masas como son los toros; véase el fútbol que es la única actividad por encima de los toros con capacidad de convocatoria de cientos de miles de personas y vean cómo cuidan las bases. Por cierto, ya es hora de que los políticos empiecen a valorar la Fiesta Nacional –los toros– convertidos en “VOTOS” (se podrían sorprender). 
A “fuera parte” como diría el extraordinario aficionado Carlos Herrera, ¿los ganaderos prestan atención a veterinarios, biólogos, científicos, catedráticos y especialistas en la ganadería brava? Estos grandes profesionales ven cómo el ganado bravo se manipula genéticamente para hacer el toro con una morfología y fiereza adaptable a los toreros que aparecen a principio de temporada con más de 40 corridas y no se dan cuenta –o sí– que están transmitiendo a los tendidos aburrimiento y monotonía, salvo en las tres plazas que todos conocemos y, esto Srs. que manejan el “cotarro”, podría acabar con el futuro de la fiesta.  A los aficionados, Srs. ganaderos, toreros, empresarios y apoderados –salvo raras excepciones– nos aburren y a veces nos indigna la forma en que se nos trata, sin tener en cuenta que somos el sostén de la FIESTA DE TOROS. ¡¡Tomen nota de Francia del concepto y comportamiento para con los aficionados y sus demandas!!
Si no se toman medidas en cuanto a la cría del toro bravo, así como en la liturgia en los distintos tercios de la lidia y se aplican modificaciones para que la afición vuelva a sentir esa comunicación entre el Toro y su antagonista llegando la emoción, no hace falta ser un Séneca para saber cómo acabará esto.
Sinceramente, recomiendo a todo aquel que viva o participe del toro bravo, se deje aconsejar, o por lo menos, atiendan a la llamada de aquellos que sienten la Tauromaquia y al toro bravo, más allá de los temas mercantiles y atiendan a los estudios de los profesionales como es el caso de los consejos de estos doctores y el resultado del estudio animal por los Srs. Fernando Gil y Julio Fernández y “pierdan” unos minutos en saber cómo sus 31 conclusiones dan respuesta a la situación actual. Sirva como ejemplo de sus tesis la diferencia entre la decadencia que sufren los festejos de toros de muerte, y la progresión y capacidad de convocatoria cada vez mayor de los recortadores, los toros en las calles, o los encierros. En definitiva, se trata de adaptar la Tauromaquia al Siglo XXI, actuando con cabeza y dejando entrar un soplo de aire fresco que venga de aquellas voces que claman en favor de una Tauromaquia acorde con los tiempos. Y sobre todo que reaccionen y no actúen como aquellas figuras orientales de los tres monos sabios: VER, OÍR Y CALLAR.

MI “INDULTO” DE HOY ES PARA: los galardonados con el premio “Doctor Zúmel”, los Srs. Fernando Gil Cabrera y Julio Fernández Sanz, por su magnífica aportación a la Fiesta de Toros y su llamada de atención por solucionar el mal endémico de la Tauromaquia adaptándola al siglo XXI.
        
ENVÍO “AL CORRAL” A: ganaderos, toreros, empresarios y apoderados que, lejos de buscar soluciones al inmovilismo tanto en la cría de toro bravo como en el desarrollo del espectáculo, solo miran para otro lado esperando a que se solucione por sí mismo. 




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