Una reflexión
sobre el miedo, mejor álbum ilustrado de la Biblioteca Insular
'Almíbar', de Anna Mas Blasco y Anna-Lina Mattar, logra el primer
premio
Una difícil elección
El
jurado del premio de ilustración de la Biblioteca Insular destaca en el fallo
la calidad de las obras finalistas. Y así sobre Cómo no ser devorado por una
Baba Yaga, la primera mención oficial, señala que "el álbum se inserta en
la tradición oral y la reinterpreta, sin desvirtuarla, de una manera eficaz y
bien traducida al lenguaje visual contemporáneo. El texto sostiene la mirada
irónica del narrador con un ritmo frenético que sintoniza con su discurso
visual". Sobre la segunda mención especial, ¿Dónde está Pongomario?, el
jurado aclara a continuación que "es ingenuo, fresco, atrevido, divertido,
luminoso, cálido, ingenioso, juguetón, excéntrico, volátil, lunático,
equilibrado, armonioso".
Una reflexión sobre los miedos de dos
generaciones, ha obtenido el primer premio de la edición 2018 del Concurso
Internacional de Álbum Ilustrado Biblioteca Insular
de Gran Canaria que se convoca anualmente con la
colaboración de la editorial A Buen Paso.
El galardón tiene
una dotación económica de 11.000 euros, recayó en la obra Almíbar, de Anna Mas
Blasco y Anna-Lina Mattar, tras el análisis de las 156 obras presentadas, y
tras una primera selección de nueve trabajos. Aparte de la obra ganadora,
también hay dos menciones especiales. Una es para Cómo no ser devorado por una Baba
Yaga, de Clara Avedillo de Frutos. Y la otra para ¿Dónde está Pongomario?, perteneciente
a Daniela Berti. Según el jurado, Almíbar fue
elegida obra ganadora "por
la calidad y la madurez de la propuesta, expresada a través de un lenguaje
gráfico versátil y preciso en el uso del color, que se conecta simbólicamente
con un texto que confronta, sin afectación, cuestiones vitales de gran
calado".
En esta ocasión, Anna Mas
Blasco es la autora del texto y Anna-Lina Mattar, responsable de las
ilustraciones. Las dos reconocen que han querido crear una experiencia sobre la
vida a través de dos personajes que tengan visiones opuestas. Anna Mas Blasco
señala que Almíbar es,
en realidad, "una mezcla de mi experiencia con la de mi abuelo" que
permaneció durante mucho tiempo en una residencia. "Cuando lo visitaba
reflexionaba mucho sobre el ambiente en el que vivía", reconoce. El
trasfondo de toda la obra es, según la escritora, "el miedo a vivir, a
tomar decisiones, a hacer lo que tú quieres, o perder un poco lo que has
conseguido y quedarte sola y sin nada. Cómo dos personajes se enfrenta al mismo
miedo pero debido a una causa diferente a su vez", añade. El anciano y la
niña tienen obsesiones que se vuelven verdad, por lo que "ambos viven el
mismo miedo de manera diferente", aclara la autora.
Ana Mas Blanco nació en 1989
en Villafranca del Penedés y ha hecho cursos de pedagogía en el Ateneu
barcelonés. Como escritora ha sido ganadora del premio de escritura de la
segunda edición del concurso Ana María de Saavedra. La escritora aclara que el
título surgió cuando vieron Melocotón
en almíbar, un capítulo de la serie A dos metros bajo tierra donde
un personaje se tomaba dicho postre siendo diabético y moría, y la conexión
"la quisimos mantener", aclara.
Por su parte, Anna-Lina
Mattar, la ilustradora, reconoce que la obra mantiene la filosofía de lo que
estudió en la Escuela Massna de Barcelona, "ya que ahí nos enseñaron que
lo importante es el mensaje que quieres transmitir, no tanto tu conocimiento de
una técnica concreta o tus virtudes como ilustradora". La dibujante
reconoce que "trabajo mucho en grabado y otras técnicas de impresión,
muchas cosas en Photoshop directamente en libros, y todo en digital, pero toco
diferentes cosas". La ilustradora afirma que Almíbar, comparada con
otras obras suyas, "es más colorida, ya que tiene una paleta de
intensidades muy básica, pero muy intensa, que tiene que ver con la historia en
sí porque habla del día a día, de las cosas normales que pueden ser muy tensa
duras o bonitas".
La dibujante afirma que le
influye la obra de la autora francesa Camille Jourdy y, sobre todo, su
serie Rosalie Blum,
"porque usa principalmente acuarela para sus dibujos. Fue una de las
primeras cosas que vi y que me dije 'yo quiero hacer esto". La ilustradora
subraya además que "este es el primer trabajo que hacemos las dos juntas.
Pero desde que ella empezó a escribir hace tres años me fue pasando textos y me
gustó su estilo".
Anna-Lina Mattar es de padres
alemanes, pero desde niña vive en Mallorca. Se licenció en Sociología por la
Universidad de Barcelona y estudió ilustración en la Escola Massana. Ha sido
ganadora, entre otros, en la categoría de ilustración para el diseño de merchandising del
Barcelona World Race 2015.
El jurado de esta edición
estuvo presidido por la directora de la Biblioteca Insular de Gran Canaria,
Nieves Pérez. Y ha contado como vocales con Isidro Ferrer, ilustrador y
diseñador; Orlando Santana, periodista y educador; Arianna Squilloni, editora
de A buen Paso y Elena Pasoli, directora de la Feria del Libro Infantil de
Bolonia. Como secretario intervino el funcionario de la Biblioteca Insular,
Juan Ramón Reyes. Y, el premio ha contado con la asistencia técnica de la
también funcionaria de la Biblioteca Insular Mara Díaz.
El resto de obras finalistas
fueron Todas las
piedras van al mar, de Carole Saturno (texto) y Chloé Perarnau
(ilustraciones); Hilo
de río de Anita Novaes Prades (texto e ilustración); La arquitectura mágica de Santiago por
Ami Shin (texto e ilustración); Nana
Tina por Luis Fernando Arias Benítez (texto e
ilustración); Mi
selva de Nanem García-Contreras Martínez (texto e ilustración)
y Soy un pájaro por
Blanca Helga Miguel Rubio (texto e ilustración).
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