Rafael Salmerón gana el XVIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil
Sakura (La sombra y la rama seca del cerezo), la obra ganadora, está dirigida a lectores a partir de 12 años, y la protagoniza una joven japonesa que sueña con ser dibujante de mangas, pero vive traumatizada por una deformidad.
El viernes 11 de diciembre tuvo lugar la reunión del jurado del XVIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, que este año iba dirigido a manuscritos para lectores de 12 años en adelante. De las 327 obras presentadas, el jurado decidió otorgar el galardón a la titulada Sakura (La sombra y la rama seca del cerezo), del escritor e ilustrador madrileño Rafael Salmerón. El libro, una vez editado, se pondrá a la venta en abril de 2021.
Sakura (La sombra y la rama seca del cerezo) da comienzo en 1945 en Hiroshima, justo antes de que la bomba atómica arrasara la ciudad, y nos presenta a Ichiro y Masuji, dos niños que juegan por las calles de la ciudad. Solo uno de ellos sobrevive. La novela salta a la actualidad para presentarnos a Sakura, una adolescente que sufre una deformidad en la mano. Sus compañeros de clase se burlan de ella, piensa que su madre no la quiere, y su padre está absorbido por su trabajo. Su única amiga es Aiko, que vive en otra ciudad, y su verdadero deseo es convertirse en dibujante de manga, pero sabe que eso nunca sucederá. Sakura vive cada día más desesperanzada, pero su vida dará un giro cuando se cruce con el pequeño Tetsuo y con un anciano superviviente del bombardeo de Hiroshima que guarda un gran secreto.
El autor
Rafael Salmerón nació en Madrid en 1972. Estudio Ilustración y Diseño en la Escuela de Artes Nº10 y en el Instituto Europeo di Design y Ciencias de la Educación (Grado en Educación Primaria) en la facultad de La Salle. Comenzó su andadura en el mundo de la literatura infantil y juvenil como ilustrador, allá por el año 1994, pero desde el año 2001 dedica la mayor parte de su tiempo a escribir sus propias historias. Además de numerosas obras publicadas en varias editoriales españolas, en Anaya ha ilustrado algunos títulos de la colección El Duende Verde: No soy una lagartija, Sí, soy una lagartija, Escapar de un cuento, Krak y Croc y Krak y Croc y el mamut.
El jurado
El jurado del XVIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil ha estado integrado por Daniel Nesquens (escritor y ganador de la convocatoria anterior), Marina Díaz (librería Turuletras, Madrid), Mª Ángeles Gómez (profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES La Senda, Getafe), Emilio Monte (profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES María de Molina, Madrid) y Pablo Cruz (director de Anaya Infantil y Juvenil y presidente del jurado). A esta edición se presentaron 327 manuscritos, de los cuales 5 llegaron a la fase final. El jurado, que eligió la obra ganadora por votación, destacó de ella su cercanía a los gustos y preocupaciones del lector adolescente, su estilo literario y la fuerza con la que da comienzo la historia.
Premio Anaya
El Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, dotado con 12.000€, se convoca anualmente con la intención de estimular la creación de obras en castellano dirigidas a lectores de entre ocho y catorce años. Desde 2004, cuando se convocó por primera vez, se premia la originalidad, la calidad literaria y la estética, con el fin de divulgar obras que aviven la afición a la lectura entre los más jóvenes, ayudando a su crecimiento interior y al desarrollo de la imaginación y de la creatividad.
En ediciones anteriores, este premio ha recaído sobre importantes firmas del panorama literario español, y varios de los libros han sido posteriormente avalados por otros galardones de prestigio como el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil (Una habitación en Babel, de Eliacer Cansino y Cielo abajo, de Fernando Marías), el Premio CCEI (La noche más oscura, de Ana Alcolea), el White Ravens (La noche más oscura, Alma y la isla, de Mónica Rodríguez, Apestoso tío Muffin, de Pedro Mañas y Ninfa rota, de Alfredo Gómez Cerdá), el Premio de la Crítica de Asturias (En un bosque de hoja caduca, de Gonzalo Moure) y el Premio Fundación Cuatrogatos (La voz del árbol, de Vicente Muñoz Puelles, La sonrisa de los peces de piedra, de Rosa Huertas y Ninfa rota).
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