JOSÉ VÁSQUEZ GAVIRIA.: JOSÉ LUÍS MARTÍN VIGIL: "Cierto olor a podrido"

sábado, 1 de mayo de 2021

JOSÉ LUÍS MARTÍN VIGIL: "Cierto olor a podrido"

CIERTO OLOR A PODRIDO

En la obra “Cierto Olor a Podrido” el autor J.L. Martín Vigil intenta recrear la vida inquietante e infeliz de un joven enfrentado a un mundo de controversias, donde la buena posición social no implica felicidad y donde muchas veces la simpleza de la vida te lleva a ser más feliz.

Carlos, el personaje principal, es un joven que dentro de su seno familiar es objeto de tratos discriminatorios, poco cariño y constantes peleas con sus padres y su hermano mayor Ramiro. La única alegría y apoyo que recibe es de su hermana pequeña Belén, a la que siempre la considera un pequeño ángel.

“Pero si una madre es injusta, si un padre es injusto, entonces el único desahogo sería pegarse un tiro.”

Enfrentado al mundo que le rodea, comete un acto delictivo. Tal vez, para llamar la atención o por puro gusto de disfrutar. Intenta raptar a una joven, al punto de amordazarla; pero que a última instancia desiste. El daño estaba hecho.

El padre luego de interceder por su hijo, lo envía a un monasterio. Aquí, es el único lugar donde experimenta libertad espiritual, comunión con la naturaleza. Da rienda suelta a su imaginación, sobre todo al poder creativo que fluía en su ser la POESÍA.

La luna se asoma al cielo

tinta en sangre la cabeza.

El cielo la está mirando

cómo sube la ladera

que hay por detrás de los montes,

cómo se araña en la tierra.

Era vivir en un mundo donde la bondad emanaba por cada rincón donde se caminara. Todo lo contrario de lo recibido en su hogar.

De regreso a la jungla de hormigón, sus perspectivas vuelven al principio. Esta vez conoce a un compañero de estudios Yayo que lo lleva por el mal camino, ambos congenian y se convierten en grandes amigos en el vicio: Juegos, alcohol, estafa. Aunque llega a un punto de hastío en su forma de vivir, intenta cambiar; pero hecha todo al trasto por falta de voluntad.

“Por aquellas calles de Dios, desierto escenario de la cruenta batalla cotidiana de los hombres, iba Carlos sin rumbo, con un dolor a cuestas, como un maltrecho barco a la deriva.”

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Cierto olor a podrido me pareció una obra sencilla, fácil de entender, con momentos que a pesar de ser escrito en 1969 siguen sucediendo en nuestros tiempos: padres autoritarios llenos de una “intachable” conducta, que viven una doble vida. Jóvenes incomprendidos e inmaduros, con poca o nada autoestima.

Si en esos tiempos la vida era difícil para un adolescente de sociedad imaginarse por un momento lo complejo y peliagudo para uno de clase media o baja.

El autor presenta al protagonista con poca actitud para luchar; a pesar de las múltiples tentaciones y buenas ganas de cambiar. Un joven caprichoso.

“Acabando de desnudarme: “A ver si así me da una pulmonía. Va a ser la mejor solución para el momento.” ”

Carlos intenta buscar un ángel que le ayude; pero, no se fija realmente que tuvo personas que pudieron sacarle del hoyo.

El autor utiliza un lenguaje natural, de diálogos cortos. Al comienzo de la obra intenta advertir que no es una novela para adolescentes, cosa que para la época en que fue escrito me parece normal, para adultos y gente formada.

Al final de la obra quedas en suspenso, el autor te deja a tu libre imaginación.

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JOSÉ LUÍS MARTÍN VIGIL

José Luis Martín Vigil (Oviedo, 28 de octubre de 1919 - Alcobendas, 20 de febrero de 2011) fue un sacerdote y escritor español, perteneciente a la Compañía de Jesús.

De gran éxito como novelista en las décadas de 1960 y 1970, durante la dictadura franquista, fueron suyas obras como La vida sale al encuentro, Sexta galería, Réquiem a cinco voces, Habla mi viejo, Los curas comunistas, La droga es joven, Una comuna en Madrid, El sexo de los ángeles o Y ahora qué señor fiscal, entre otras muchas. Autor de una literatura de carácter social y dirigido a un público juvenil, falleció sumido en el olvido.