‘Boulder’, de Eva Baltasar, premio Òmnium a la mejor novela del año
La escritora recibe los 20.000 euros del galardón de manos de Jordi Cuixart, primera vez que el presidente de la entidad, preso del Procés, puede entregarlo
Los personajes de las hasta ahora dos únicas novelas de la poeta Eva Baltasar cultivan la soledad, buscan un lugar para experimentar su misantropía y la vida no se lo pone fácil. Caprichos de la fortuna, tanto las propuestas de Permagel como de Boulder no han tenido nada de solitarias en las librerías, con una miríada de lectores y una excelente acogida crítica. Esa paradoja se ha ratificado esta tarde en la sala Hiroshima de Barcelona con la elección de Boulder como premio Òmnium a la Mejor Novela del Año 2020, el galardón con mayor dotación a libro publicado en catalán: 20.000 euros para el autor y 5.000 más para el sello editorial (Club Editor) para destinarlos a su promoción. La celebración para Òmnium Cultural, entidad convocante, ha sido doble porque esta cuarta edición del premio, en formato híbrido sin público y retransmitida en línea con un centenar de espectadores, es la primera que ha podido ser entregada por su presidente, Jordi Cuixart, desde el pasado 29 de enero en tercer grado penitenciario tras su condena por los incidentes del Procés de 2017.
Baltasar (Barcelona, 42 años), que se impuso a los finalistas Miquel Martín i Serra, autor de La drecera (Edicions del Periscopi), y a su compañero de escudería editorial, Sebastià Perelló, seleccionado por La mar rodona (Club Editor), ya está avezada a los premios: como poeta, la decena de sus poemarios con los que inició en 2008 su carrera literaria obtuvieron cada uno un premio, mientras que Permagel, su debut en la novela y primera entrega de un tríptico que sigue con Boulder (ambos en Club Editor), cosechó el Llibreter y el de L’Illa dels Llibres. Y, al parecer, también está acostumbrada a que sus libros no sufran de soledad: de Boulder, que apareció pocos días antes de la cuarentena por el estallido del coronavirus en marzo del año pasado y que narra la historia de una solitaria cocinera de un buque que se enamora de una geóloga que la anclará en tierra firme embarcándola en una gestación asistida, se han vendido ya 14.000 ejemplares sólo en catalán.
El acta del jurado reconoció en Boulder “un retrato sin concesiones y unos personajes con gran potencia narrativa y estilística, que se adentra por caminos poco transitados en la literatura catalana”. La novela, compuesta con una prosa de fraseología corta y cargada de imágenes poéticas, se ha traducido al castellano (Literatura Random House) y están ya vendidos los derechos al francés, italiano e inglés. Los hitos de Permagel pasan, desde su publicación en 2018, por los 24.000 ejemplares vendidos, traducciones al castellano, gallego, francés e italiano y, en abril, al inglés, con prepublicación en la prestigiosa revista Granta.
“Mi protagonista transita por los límites de la vida, se siente a gusto en ese estar sola, es feliz así”, ha asegurado la ganadora, que defiende que su personaje “no es una mujer arisca, quizá lo sea yo, pero más bien es que vive para dentro, no desea mucho trato con los otro; ocurre que es también muy honesta y los honestos suelen pasar por ariscos”. En esa línea de honestidad, Baltasar reconoció que la versión publicada era la tercera que escribía de la obra. “Me costó encontrar la voz de Boulder”, ha admitido, fruto de la tensión que vie el personaje entre “el amor, que siempre tira hacia afuera, y la soledad, que arrastra hacia adentro”. Tampoco es ajeno al complejo perfil de la protagonista el episodio de “su maternidad no deseada, que la lleva a comprender que algo se ha transformado en ella”.
La escritora, que tiene previsto cerrar ese friso narrativo el próximo 10 de marzo con Mamut, se añade con Boulder (el nombre con el que se conocen unas solitarias piedras de la Patagonia) a un palmarés que conforman Els estranys, de Raül Garrigasait (2017); Aprendre a parlar amb les plantes, de Marta Orriols (2018), y L’esperit del temps, de Martí Domínguez (2019).
Con unos versos de Walt Whitman, Baltasar ha agradecido el premio tras un breve parlamento previo de Cuixart, que, “poco antes de que tenga que irme para volver a la celda”, ha querido recordar que “este es mi primer acto cultural tras 1.207 noches en prisión” y ha hecho hincapié en el valor simbólico del evento: “Librar el cuarto premio Òmnium a la Mejor Novela del Año es volverlo a hacer porque, cuando nos quieren mudos y obedientes, como sociedad civil organizada tenemos la obligación moral y la oportunidad preciosa de movilizarnos y no callar”. Pero también ha querido denunciar que “las instituciones no están protegiendo la cultura como bien esencial: debemos denunciar la grave irresponsabilidad de las administraciones de dejar la cultura desamparada y abandonada, como están haciendo”. Una actitud que “está poniendo en riesgo toda una generación de creadores, algo de consecuencias dramáticas para nuestro imaginario colectivo como sociedad”. Y ha acabado con un llamamiento: “Urnas llenas, librerías abiertas y que la cultura lo inunde todo”.
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