Traducir también es una forma de viajar: José Miguel Barajas, Premio Bellas Artes de Traducción
José Miguel Barajas fue galardonado por su traducción del francés de "Agencia general del suicidio", del poeta dadaísta Jacques Rigaut
El Premio Bellas Artes de Traducción Literaria Margarita Michelena, es convocado por la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, INBAL; y el Gobierno del Estado de Hidalgo, por medio de la Secretaría de Cultura de Hidalgo.
Este año, 2020, en la categoría de Poesía, el reconocimiento fue para José Miguel Barajas por su traducción del francés de Agencia general del suicidio, de Jacques Rigaut, poeta dadaísta que falleció a edad temprana: “Su traducción captó la esencia del texto original y el espíritu de la obra sin alterar el contenido, logrando sortear la escritura vanguardista y enormemente compleja y complicada”, se lee en la valoración.
Asimismo, el acta consigna que fue a través de una amplia variedad de recursos líricos en español que reconstruyen y trasladan toda la magia, los ritmos y cadencias de un texto complejo, y cuya obra en México y en español en general sigue siendo escasamente conocida.
-¿Quién es el traductor literario mexicano ganador del Premio Bellas Artes de Traducción Literaria, en su categoría de Poesía?
Soy José Miguel Barajas García, tengo 38 años y nací en San Andrés Tuxtla, Veracruz. Ahí crecí hasta los 15, cuando salí para estudiar la preparatoria agrícola durante 9 meses en Chapingo. Durante esa estancia, gracias a la Feria de la Cultura Rural, supe que las artes y las humanidades me acompañarían en la vida, pues estuve por primera vez en contacto con el teatro, la danza y conciertos de música contemporánea a los que hasta entonces no había tenido acceso. También fueron meses en los que comencé a leer, principalmente temas de filosofía y literatura. Recuerdo entonces haber leído El Llano en llamas, El diosero y Juan Pérez Jolote. Terminé el bachillerato en mi pueblo y antes de ingresar a la universidad pude ir durante seis meses al sur de Francia, como asistente de español en el liceo profesional Alexandre Dumas de Cavaillon. Ahí aprendí francés a los 19 años.
-Supongo que eso te motivó enormemente para profundizar en la cultura francesa y en la literatura.
Por supuesto. Tanto así que, cuando volví a México, empecé a estudiar Lengua Francesa y al año siguiente inicié también Lengua y Literatura Hispánicas. Me gradué como licenciado de ambas licenciaturas por la Universidad Veracruzana. Vivo desde 2003 en Xalapa, con algunas estancias fuera. Estuve de 2010 a 2012 en el entonces Distrito Federal gracias a una beca de ensayo por parte de la Fundación para las Letras Mexicanas. De esos años resultó la publicación en 2015 del libro de ensayos Vías paralelas, publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro, traducido en 2018 al portugués de Brasil con el título Pelo camino de Donceles, por Giane Oliveira da Rocha en Multifoco. En 2013 volví unos meses a San Andrés y en 2014 regresé a Xalapa, como profesor por asignatura en la Facultad de Letras Españolas, donde estudié. También imparto clases en la Facultad de Idiomas. En 2015 comencé la maestría en Literatura Mexicana, gracias a la cual pude hacer una estancia de seis meses en el Instituto Iberoamericano de Berlín y desde 2017 curso el doctorado en Literatura Hispanoamericana que estoy por concluir.
-Es decir, te sumergiste en el mundo académico, literario y en el de la traducción literaria ¿Estas son las únicas cosas que te apasionan?
Pues, ¡qué te digo! Leo, escribo, traduzco y enseño literatura. Actualmente compagino junto con la traducción de literatura y de teoría literaria mis actividades como profesor por asignatura, estudiante de posgrado y practicante del Tercer Cine, en el género documental. Los nombres de Pino Solanas y Octavio Getino sobre este tema son fundamentales. Esta manera de hacer cine se remonta a finales de los años sesenta y se desarrolló principalmente durante los setenta, en América Latina, como alternativa de los cineastas latinoamericanos ante la hegemonía del cine de Hollywood y el auge del cine de autor europeo. Es una manera de hacer un cine propio, que lleve a la pantalla temáticas locales, de interés colectivo y que pocas veces, de otro modo, estarían presentes. Hasta el momento hemos terminado un cortometraje llamado Y hablaremos mexicano (se puede ver en YouTube)¸ sobre la lengua nahua de Los Tuxtlas, un largometraje llamado Érase una vez Luis López, sobre algunos aspectos de la vida de un antropólogo veracruzano que durante los últimos veinte años se dedicó a vender café y libros en la Unidad de Humanidades y que tuvo que dejar su actividad por la pandemia y, en posproducción, preparamos un largometraje llamado Tochan¸ sobre la vida de los campesinos, mujeres y hombres, que todavía mantienen viva la lengua nahua de Los Tuxtlas. Por otra parte, como profesor también me he acercado a reflexionar sobre las metodologías y teorías traductológicas. Disfruto mucho aprender y cuando me es posible, viajar. Traducir, en cierto modo, también es una forma de viajar.
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