Tubía Landeras amplía en Cuenca y Sevilla su trayectoria literaria
El escritor jarrero sigue incorporando premios a su palmarés de novela y relato; ahora son los de Valdemembra y Pablo de Olavide en Quintanar del Rey y La Luisiana
Ernesto Tubía Landeras amplía su currículum literario y, por imperativo de la matemática que le acerca a los trescientos galardones de relato corto y novela, su propia leyenda. Lo ha hecho esta misma semana al sumar al palmarés dos nuevos premios, uno en Cuenca y otro en Sevilla, que aparecen en el listado de los más reconocidos por los escritores del país.
El jarrero obtuvo, en concreto, el máximo reconocimiento en el XVIII Premio Literario de Novela Valdemembra, que se convoca desde la localidad conquense de Quintanar del Rey. Y lo hizo con el relato 'Maratón', un trabajo que «reivindica el papel de la mujer en el deporte», en este caso en el atletismo, realizando al mismo tiempo una velada crítica «al deporte de masas por excelencia, como es el fútbol», explica el autor riojano.
«Es una novela arriesgada y dura en algunos momentos, donde se da cuenta de las dificultades con las que se encuentra una mujer para abrirse paso en el deporte. Y más aún cuando el deporte femenino, en muchos casos, cuenta con bastantes menos ayudas que el masculino». Aunque también es cierto que entre sus líneas hay apuntes llamativos. Uno de ellos, curioso, que la protagonista se llame Rebeca.
«No es casualidad», reconoce abiertamente Tubía Landeras. «Normalmente empleo para algunos de mis personajes la identidad de personas que conozco. Ya lo hice con Aréjula en 'Corderos', o con Chisco en 'El anhelo del diablo'. En este caso Rebeca es una amiga que conozco desde que íbamos juntos al colegio y a la que tengo un gran cariño. Rebeca Largo, que así se llama, es jarrera y una persona muy vital y espiritualmente muy profunda, lo que sumado a su aspecto físico me venía muy bien para crear un personaje atlético y fuerte mentalmente».
Es la particular manera que el escritor de Haro tiene de «agradecer a amigos como ella, que siempre están a mi lado a la hora de sacar una novela adelante, empleándolos como personajes, siempre amables, de mis historias». Porque en ese estrato vital sigue contando con un fondo inagotable. «Queda muchísimas gente. Su, Olaya, Isabel, Álvaro, Ana, Iván... Espero tener la trayectoria suficiente como para ir introduciendo a todos», apunta divertido para recordar, a renglón seguido, que esta misma convocatoria ya la ganó, más curioso aún, en 2013 y que gracias a ello pudo publicar la novela 'El local de jazz', que pareció encontrar continuidad el año pasado con 'Octubre'.
«Justo unos meses después, lo vuelvo a ganar. No sé», reflexiona al analizar esa coincidencia. «Ha sido muy especial. Este premio fue el primero específico de novela que gané, el que me empujó a creer que podía pasar del relato a la novela con cierta solvencia. Y estoy muy satisfecho», asegura el escritor que parece superar los efectos de la pandemia de coronavirus a base de reconocimientos.
No en vano, a lo largo de los últimos meses se ha hecho con otras citas de máximo nivel como los certámenes Pablo de Olavide de La Luisiana (Sevilla), Helénides de Salamina de Casar de Cáceres, El Mundo Esférico de Écija y Villa de Iniesta de Iniesta (Cuenca), además del Esteban Manuel de Villegas de Nájera que se incorporó a su particular listado por tercera vez.
Como consecuencia de todo ello, Ernesto se mete de lleno en la publicación de 'Maratón' «con el deseo de que el año que viene pueda presentarse con una moderada normalidad», algo que no pudo hacer con 'Octubre'.
«Creo que es una obra que merece leerse, y no sólo por mujeres, aunque sea una historia claramente feminista. Cuando la escribí quise dejar impresa la necesidad de crear, entre todos, un mundo más justo. Y ese es trabajo de todos, hombres y mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario