Espasa desmiente los rumores sobre su premio de poesía: "El ganador no es un robot"
Rafael Cabaliere, venezolano, 34 años, ingeniero y publicista. Y acaba de ganar el III premio EspasaEsPoesía con el poemario ‘Alzando vuelo’, que otorga la editorial Espasa y que está dotado con 20.000 euros. Y no se sabe más. Y nadie dentro del mundo editorial le conoce. Ni los lectores de poesía en Internet. Ni siquiera aquellos que disfrutan con versos cuya máxima dificultad estriba en darle al 'enter' del teclado. Tampoco hay muchas fotos de él en lugares de la red como Instagram, hábitat donde los poetas jóvenes suelen dejar una buena riada de imágenes. Ese es, simplemente, su perfil en las redes sociales donde, misterio, cuenta con miles de seguidores. Estos datos han llevado a muchos a preguntarse de dónde ha salido este poeta que se ha llevado el galardón con mejor dotación económica para un poemario en España. ¿Un 'bot', un pseudónimo, un escritor fantasma, una invención editorial? ¿O solo alguien que quería visibilizarse en la red comprando seguidores?
“Rafael Cabaliere no es un robot. Existe. Hemos hablado con él esta mañana al ver lo que estaba pasando”, han explicado hoy a El Confidencial fuentes de la editorial, que han asegurado que el escritor no puede venir a España por el covid-19, “que impide que se viaje desde Venezuela”. No obstante, preguntado el sello sobre dónde vive, si en Caracas o en otra ciudad, responden: “Solo sabemos que vive en Venezuela”. ¿Y se llama realmente Rafael Cabaliere? “No sabemos cómo se llama. Pero en nuestra editorial muchos firman con pseudónimo. Su nombre estará en el contrato”, se han limitado a contestar. ¿Sabe la editorial a quién ha premiado?
¿Y se llama realmente Rafael Cabaliere? “No sabemos cómo se llama. Pero en nuestra editorial muchos firman con pseudónimo. Su nombre estará en el contrato”
¿Y el jurado? Cabaliere fue premiado por un jurado compuesto por Luis Alberto de Cuenca, Ana Porto, Marwan, Alejandro Palomas y Ana Rosa Semprún, esta última en representación de la editorial. Este periódico se ha puesto en contacto con varios de sus miembros —algunos con una notoria singladura poética, como el caso de Cuenca— para disipar las dudas sobre la identidad del premiado. El propio Cuenca ha manifestado a este periódico que "no hablamos con él. A mí no me sonaba de nada el ganador del premio. Ganó por mayoría. No tengo más información al respecto". Palomas, por su parte, ha resaltado que no puede decir mucho, “solo que el premio no fue por unanimidad y que el hombre existe, sí, pero no sé decirte más. Yo leí, voté y eso fue todo”.
La propia editorial hizo público esta tarde un vídeo en el que muestra a un chico que dice ser Rafael Cabaliere, que está muy agradecido por haber ganado el premio, que no puede viajar a España por el covid-19 y que meses antes de ganar el premio "soñé que lo ganaba y eso me animó". Poco más. No hay datos de ubicación, no hay datos de su trayectoria. No dice absolutamente nada. Eso sí, su agradecimiento es muy parecido a sus versos (desde el tono a la cursilería)
'Alter ego'
Lo cierto es que es verdad que Cabaliere no es un 'bot'. El rastreo de sus cuentas en Instagram, Twitter y Facebook, analizadas por este diario, señala que realmente hay alguien detrás, un personaje creado por alguien hace ya tiempo. Aunque apenas tiene fotos en internet, el historial de Twitter, cuyo perfil empezó a dar muestras de actividad en 2015, es bastante constante. Lo habitual son ‘versos’ cortos que tendrían una notable aceptación en una carpeta de instituto. Hoy, Twitter refleja que tiene 878.000 seguidores y sigue a 325. Su primer tuit viral data del 21 de septiembre de 2017, una época en la que comienzan a aumentar sus seguidores.
Es decir, es un perfil de un alter ego que sí pudo comprar miles de 'bots' en aquel tiempo. Por otra parte, en Instagram hay capturas de imágenes desde 2018. A día de hoy cuenta con 714.000 seguidores y 474 cuentas a las que sigue. En definitiva, un perfil creado hace unos cinco años que empezó a viralizarse —y engordar con 'bots'— hacia 2018. Hasta conseguir un premio de poesía en 2020.
Es un perfil creado hace unos cinco años que empezó a viralizarse hacia 2018. Hasta conseguir un premio de poesía en 2020
¿Y cómo llegó a la editorial? Desde el sello, sostienen que envió el poemario como cualquiera. Y frases del tipo (es el último tuit en su cuenta):
“Porque hay días
que tu mejor opción
es irte a dormir,
durmiendo las cosas
no pesan, no duelen, no cansan.
Dormir repara”.
Gustaron. No extraña que algunos usuarios de la red hayan decidido parafrasear al venezolano con sus propios poemas, aptos, como señalan, para “llevarse los 20.000 euros de Espasa”.
Poesía de Instagram
No es la primera vez que Espasa premia a un poeta viral. De hecho, el sino de la colección EspasaEsPoesía, que se inició en 2015, es publicar a autores con muchos seguidores en las redes. Desde Ben Clark, Cesar Brandon, Loreto Sesma, Irene X, Defreds, Redry hasta incluso el cantautor Nacho Vegas. Poesía que se ha vendido como joven, urbana y sensible. También hay quien la tacha de simplemente ‘versos del intro y barra espaciadora’. Y sensiblona.
El galardón, que se otorga desde 2018, sigue el mismo sendero. La primera ganadora fue Irene X con ‘La chica no olvida’. Aquel año tenía 64.800 seguidores en Twitter y casi 60.000 en Instagram. Ahora son 77.1000 seguidores en Instagram y 67.900 en Twitter. En 2019, el ganador fue David Galán, llamado Redry en las redes sociales y como poeta. En sus fotos luce un moño como el que ahora se ha dejado el vicepresidente Pablo Iglesias y entre sus poemas figura el verso: “Quédate a dormir es otra forma de decir te quiero”. No es tonto el chaval. Redry también es una estrella viral, incluso mucho más que Irene: 412.000 seguidores en Instagram y 52.300 en Twitter.
No obstante, y más allá de los criterios cualitativos y cuantitativos de las redes, tanto Irene X como Redry ya habían publicado antes del premio. Irene desde 2013 con 'El sexo de la risa'. Y Redry tenía su bagaje y era conocido en la casa, que ya le había publicado ‘Abrázame los monstruos’, que él dirá a qué se refiere exactamente.
Márketing y ventas
En descargo de Espasa hay que indicar que el uso de los seguidores en las redes por parte de las editoriales no es nuevo. Ni siquiera la utilización de pseudónimos, que se ha hecho numerosas veces. Y tampoco los escritores fantasma. Ahí está el caso de Carmen Mola, que publica en Alfaguara libros que parecen escritos entre varias manos. O el más reciente de Greta Alonso, que Planeta aseguró que era el pseudónimo de una ingeniera del norte de España. En mayo publicó 'El cielo de tus días' y confesó su existencia real en una entrevista telefónica con este periódico. Nunca más se supo de ella.
¿El caso Cabaliere demuestra que a la editorial se le ha ido de las manos el asunto de los seguidores en la red? Porque quizá Cabaliere no tenga culpa de nada. Quizá solo quería que le leyeran
¿Es el nuevo rizo de las técnicas de márketing? ¿O el caso Cabaliere demuestra que a la editorial se le ha ido de las manos el asunto de los seguidores en la red? Porque quizá Cabaliere no tenga culpa de nada. Y quizá no hay nada detrás, solo una mezcla de ambición y deseo de que a uno le lean.
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