A esta edición, organizada por la Biblioteca Pública de Andorra en colaboración con la Concejalía de Cultura, el Patronato de Cultura del Ayuntamiento de Andorra y la Diputación Provincial de Teruel y muy condicionada en su desarrollo por la epidemia del COVID, se han presentado un total de 482 trabajos procedentes de distintas comunidades autónomas del estado español y de 18 países extranjeros: Chile, Argentina, Luxemburgo, Alemania, Inglaterra, Nicaragua, Israel, Colombia, Brasil, República Dominicana, Ecuador, Perú, Bolivia, México, Estados Unidos, Uruguay, Cuba y Venezuela. Desde la organización se comunicará, con suficiente antelación, la fecha concreta de entrega de premios supeditada a la evolución de la pandemia y a la situación sanitaria |
RELACION DE PREMIADOS XXV CONCURSO 2020 |
Primer Premio (1200 €) “Somos criaturas imperfectas, tremendamente críticas, emitimos juicios por la apariencia externa de los demás, envidiamos o denostamos según se ajuste o no a nuestros cánones. La idea preconcebida triunfa con el vecino, con el compañero de viaje al que el azar ha sentado a nuestro lado, e incluso con nuestra pareja. Todos ellos tan complejos de descifrar como la epigrafía Maya, con una vida que, seguramente, no podremos llegar a dilucidar porque hay silencios insondables, recovecos en el alma de los que jamás haremos partícipes a nadie y que nos acompañarán hasta el final de nuestros días. He intentado abrir una ventana en los pensamientos de algunos de los personajes que comparten un vagón, mostrando sus sentimientos, sus frustraciones, su felicidad o sus temores, en definitiva: su mundo interior. Son los mismos que nos podemos encontrar en el autobús, en la cola del cajero, o en la consulta del dentista, personas que van más allá de las apariencias, que guardan su silencio a voces”. |
Segundo Premio (600 €) “El relato, aunque está escrito con un leve tono de humor, es el “quejío” silencioso de una generación que como la protagonista dice, los tallaron mansos. Les tocó una vida de renuncias y de hambres que no quitaba el pan. Vivieron con la esperanza puesta en el futuro mientras se les escapaba el presente y cuando aquel futuro que oteaban es suyo y llega el momento de reconciliarse con la vida descubren que, a pesar de que en el camino han quedado sus huellas y que están seguros de ser parte de los cimientos del hoy, también son conscientes de que no pertenecen a esta época, que están fuera del sistema, no tienen nada que hacer aquí, el tiempo los ha vencido y lo saben. Pero en el último instante se sublevan frente a la resignación, que tan bien conocen, y hacen lo único que pueden hacer: concederse el privilegio de tomar la última decisión. El relato es un pequeño homenaje a los que nos precedieron, a los que ayudaron a construir el mundo que nos ha tocado en suerte. Y un emocionado y sentido adiós a todos los que, en estos tiempos difíciles, se han marchado como vivieron, en silencio.” |
Relación de finalistas FUENTE: |
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