'Soy gay y quería verme retratado en la narración de mi historia'
El brasileño Vinícius Grossos habla de su primera novela juvenil 'El muchacho casi atropellado'.
Grossos nació hace 26 años en Brasil. Combina la escritura con el periodismo en Sao Paulo.
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Cortesía del autor
“Soy gay y quería verme retratado en la narración. Quería identificarme con personajes que no siempre fueran estereotipados, y como tuve dificultades para encontrar esto en la literatura, comencé a crear estos personajes. Un chico gay tiene sueños, dificultades en las relaciones, paga facturas, como todos los demás”.
Con esta premisa en su cabeza, el escritor brasileño Vinícius Grossos fue dándole vida a la trama de su primera novela juvenil 'El muchacho casi atropellado'. El libro se ha convertido en una insignia adolescente porque habla de los altibajos de esta etapa de la vida. Con sus tres primeras novelas, Grossos alcanzó los 50.000 ejemplares vendidos en su país.
El autor dice que el protagonista de esta historia “podría ser cualquier persona”. Su personaje sufre un acontecimiento trágico que le cambia la vida y lo obliga a abandonar su último año de escuela.
Se trata de un joven, de 17 años, que empieza a escribir un diario en el que el lector se irá involucrando con temáticas y altibajos de la adolescencia como la orientación sexual, la muerte, el suicidio, la amistad, la violencia intrafamiliar o el apoyo de la familia.
El autor le contó a EL TIEMPO que, de hecho, él debió enfrentar algunas de estas problemáticas en su adolescencia, que nutren el libro.
“Cuando comencé a escribir esta historia, en 2013 y 2014, la salud mental no era un tema tan presente en mi vida. Años más tarde, debí buscar ayuda, pero en ese momento, escribir y crear esta historia fue la forma que mi mente creó para ayudarme a superar mis traumas y tratar de seguir adelante”, anota.
Usted comenta que esta podría ser la historia de cualquier joven. ¿Qué tan autobiográfico es?
Esa es la razón para no revelar el nombre del protagonista. Quería que las personas pudieran identificarse con él, poniéndose en su lugar, o incluso considerando el libro como un espejo de los sentimientos que cada uno siente pero que no se pueden manejar.
La depresión es silenciosa. ¿Cuántas personas conoces que hablan abiertamente sobre sus debilidades, a pesar de que se hable de su salud mental? A veces es nuestro amigo que sonríe a nuestro lado es el que más necesita ayuda. O un vecino que dice buenos días todos los días. De esto se trata el libro.
Con sus tres primeras novelas, Grossos alcanzó los 50.000 ejemplares vendidos en su país.
¿Por qué el interés de centrarse en la adolescencia?
Hoy tengo 26 años. Cuando escribí el libro estaba aún más cerca de la edad de los personajes. Me identificaba con ellos. Pero además la juventud es la fase de la vida que más me agrada. Todo es intenso. Todo es notable.
También aparecen los desórdenes alimenticios...
Cuando comencé a escribir, acababa de ingresar a la universidad. Y tenía un grupo de amigos donde todos sonreían, bebían, se divertían, pero en su interior, muchos de ellos tenían serios problemas. Y Natalia, que sufre de trastornos alimentarios, es otro de los personajes de la historia. Ella siempre está de fiesta, pero es consciente de su condición. Nadie es perfecto. Y no hay una persona lo suficientemente fuerte que no necesite ayuda.
Asimismo, aparece el abuso sexual y los intentos de violación. ¿Qué mirada tiene de esto?
No sé cómo es en Colombia, pero los estudios muestran que más del 70 por ciento de los casos de abuso sexual en Brasil ocurren en casa. Con personas de confianza, personas centrales. Quería advertir lo devastador que es para la víctima, para su psique. Quería presentar un llamado para no callar y pedir ayuda. Las consecuencias del abuso sufrido por el personaje interfieren en varias áreas de su vida, especialmente la sentimental, la forma en que trata el amor y el afecto.
Usted también reflexiona sobre la muerte en la trama…
La muerte es dolorosa, notable y, al mismo tiempo, la única certeza que tenemos. ¿Cómo nos ocupamos de ella? ¿Cómo tratamos con personas que están vivas, pero que piden ayuda todos los días? ¿Cómo lidiamos con este sentimiento dentro de nosotros mismos?
¿Qué mirada hace de la familia del protagonista?
Él vive sin su padre. Quería representar los diversos tipos de familias que se desvían del patrón. Quería mostrar que todas las familias son legítimas y realmente existen. Ese amor, esa compañía es lo que hace que un grupo sea una familia o no, mucho más que lazos de sangre.
¿Qué sintió cuando le puso punto final a la historia?
Me sentí un poco confundido. Creo que hasta la publicación en Brasil no estaba preparado para compartir esta historia. Tiene mucho de mí, de las personas que me rodean, pero la conexión que se crea con el lector es realmente un regalo.
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